Ulyanovsk, 29 de marzo de 2015
¿Qué pasa esteparios? Aquí estamos de nuevo, con más aventurillas esteparias... que siempre pasa algo por estos lares, bueno, a veces no pero esta vez sí. Y como no es extremadamente interesante que el invierno haya decidido quedarse con nosotros una temporada más... no hay manera de que suban las temperaturas un poquito, algo que nos recuerde que ya es primavera en El Corte Inglés estepario... pues, mientras llega el sol, seguimos trabajando entre mucho y muchísimo. Al final se te mete en la sangre esa forma de pensar de los rusos de hacer todo el dinero posible en el menor tiempo.
Aunque hay cosas que siempre me sorprenden. Esta mañana me he pasado por el Auchan, (el Alcampo de Pablo Iglesias) en Aquamall porque quería mirar un par de cosillas y jodó, parecía que se iba a acabar el mundo en un par de horas, es una histeria colectiva por comprar que no es ni medio normal. Que vale que todo ha subido una barbaridad (el desodorante 'me se' ha puesto por las nubes, voy a optar por atufar...) y además no tiene pinta de parar teniendo en cuenta que el dolar cada vez está más fuerte, pero es que entran en un trance colectivo que, a mí por lo menos, me saca un poco de quicio. Y aunque el dolar sigue a tope, por suerte, parece que el euro, que es el que me duele, ha relajado el esfinter y no está a unos niveles prohibitivos. A ver si de aquí a junio baja más y puedo sacar tajada en el cambio.
Y el otro día os comentaba que las 'marsrutkas' habían subido de precio y encima ofrecían un peor servicio. Pues resulta que, no sé si por las quejas o por qué, algunas rutas, entre ellas algunas de las que yo utilizo, han vuelto a bajar los precios. Claro, que ahora es un pifostio porque dependiendo de la 'marsrutka' y la hora a la que la cojas, el precio es uno u otro, con lo que la pregunta que más se escucha en el autobusillo es cuánto cuesta el viaje. Lo pobres viejecillos están hechos un lío.
Mientras tanto, seguimos con una vida social semejante a la del ex rey que se va poniendo como el quico haya donde va... a ver si se estira y paga una ronda a los que no podemos ir a esos restaurantes... bueno, que me salgo del tema. Resulta que una de las mejores cosas de trabajar como profesor es que conoces gente de todo tipo y a veces te sorprenden. Resulta que tengo una estudiante, Valeria, que está casada con un tipo que resulta ser el director de unos de los restaurantes más prestigiosos de Ulyanovsk, el Fénix.
Pues en esas que Valeria nos invitó este sábado a cenar al restaurante con la excusa de que había karaoke y tal. Ahí nos juntamos unos cuantos estudiantes de español, el director del restaurante, Elena y yo. Y la sorpresa llegó cuando descubrí que no era solamente un restaurante asiático como pensaba, sino que también tenían platos europeos y sí, señoras y señores... ¡¡¡había paella!!! Y a pesar del riesgo de ser un bluf, me tiré de cabeza a por ella. El director me había prometido que estaba buena... claro, pero qué va a decir él, es su negocio. Así que armado de cuchillo y tenedor me enfrenté a mi primera paella esteparia. Y sí, no es por hacer la pelota mucho pero estaba bastante buena... sí, hombre, es así así si la comparas con algunas paellas españolas pero el arroz no estaba pasado, tenía sus trocicos de pollo, mezclados con mini mejillones y una especie de chorizo... que no sé si esta mezcolanza es de una paella según marcan las leyes paelleras... pero que oye, alguna peor he probado en España.
No saqué ninguna foto porque tenía al director mirando como zampaba la paella esperando el veredicto. Me sentí juez de 'Top Chef' por un par de minutos, que presión oigan... Pero se quedó contento cuando le dije que estaba buena, aunque al principio no se lo creía, yo creo que pensaba que le hacía la pelota, cosa que también era un poco cierta... Así que... Chicote, invitado estás a Ulyanovsk a enseñar cómo se hace una autentica paella, pero no te pongas borde con los cocineros rusos que a lo mejor te rebanan el pescuezo... que éstos son muy de esa manera.
Y como os había comentado, el motivo de la reunión era un karaoke que se organizaba en el restaurante y que ofrecía un jugosísimo premio de 5.000 rublos rusos para el ganador. Que el animador sociocultural del evente se encargaba de remarcar como si le fuera la vida en ello que eran 5.000 auténticos rublos de la Federación Rusa... nos ha jodido mayo con las flores, si te parece son rublos de Madagascar o Suazilandia. Y, ¿cuánto son 5.000 auténticos rublos de la Federación rusa en aurelios? Pues unos 75 eurazos, que oye, en esta tierra esteparia se pueden comprar muchas patatas y hacer mucha sopa con ese dinero... y eso cunde...
Excepto la que ganó, el nivel... bueno... que para 'La Voz' no da pero entre que muchos iban mamaos como cubas y tal, pues se lo pasaron bien. Aquí un grupo de lindas rusas dándolo todo cantando una canción sobre tulipanes, así, como suena, no preguntéis...
Y justo al lado nuestro estaba la mesa más animada, o sea, que iban como peonzas, en su mayoría mujeres. Creo que celebraban el cumpleaños de una de ellas porque tenía como doscientos millones de flores de regalo, que como para ser alérgica. Aunque en un momentos determinado... llegó EL BAILE... el autentico MACHOVSKI RUSKI...
Sin palabras y vale, sí, lo admito, me sé la letra de la Macarena... pero, ¿quién no se la sabe? Y no digáis que no la sabéis porque la habéis cantado todos, no me vengáis a hora con esas de antimacarenistas... eso sí, de bailar nada. Todavía hay dignidad. Y por cierto, invitó a casi todo el director del restaurante, así que, ¡muchas gracias señor Frolov! Voy a ponerme con la de Enrique Iglesias, bailandoooooooo... ¡do svidania esteparios!
